miércoles, 27 de julio de 2016

Junkers 87 B2 6/StG2- Libya (ITALERI)


Sin duda uno de nuestros aviones favoritos es el Stuka, puede que su diseño no fuese todo lo práctico que debiera, tal vez por ser el primero en muchas cosas o la referencia a mejorar por la aviación aliada a marchas forzadas durante el transcurso de la guerra,  pero su imagen siempre será inconfundible y, en este caso, la versión representada, perteneciente  al 6/STG2 de la Luftwaffe, con base en Tmini, Libia, con camuflaje de fondo en color arena y el decorado de la "serpiente del desierto" recorriendo el fuselaje, resalta aún más sus proporciones y singulariza, como ninguna otra, a esta máquina de guerra.

El modelo de Italeri presenta un interior bastante detallado, con los asientos del piloto y del artillero que va detrás de él con su ametralladora y, en general, las piezas encajan con precisión, debiendo taladrarse según las marcas internas algunos agujeros para fijar el armamento bajo las alas.



La caja trae calcas y patrones de pintura para cuatro versiones aunque, en este caso, al ampliar los dibujos para pintar el camuflaje, se aprecian algunos fallos en la continuidad de lo que aparece en cada vista en planta respecto a los alzados laterales. Tanto esto, como la colocación de la calca de la serpiente, que resulta más larga y con distintas proporciones respecto a la de los patrones de pintura, hacen un poco difícil el acabado del modelo y fuerzan algunos fallos en el encaje de las piezas en que se ha subdividido la "serpiente del desierto".




Los colores del camuflaje, correspondientes al código RLM 70, 71 y 65 no quedan tan contrastados como en el dibujo de la caja, sobre todo en el caso de los dos tonos de verde, que acaban siendo muy similares entre si. Reproducirlos exige bastante trabajo pues los verdes superpuestos se unen según líneas bastante precisas y hay que enmascarar las superficies dos veces sucesivas, algo que no siempre nos acaba de salir del todo bien.


La cabina puede montarse según dos opciones, abierta o cerrada, utilizando las mismas tres piezas. Aunque los marcos del vidrio vienen bien resaltados para enmascarar con cinta antes de pintar, tienen una sección quizá demasiado gruesa respecto a la definición a escala del avión real y su disposición simplifica en exceso el diseño del despiece. Claro que puede añadirse alguna partición más pero, en este caso, no lo hemos hecho.

Como es habitual, las esvásticas de cola se evitan en el modelo de Italeri, como símbolos prohibidos incluso para representar un momento histórico, sin más connotaciones, así que, las que hemos puesto son de una lámina específica de la marca Xtradecal.

Salvo estas pequeñas pegas, el avión terminado luce bastante bien y tiene detalles interesantes que lo vuelven muy atractivo incluso a esta escala que nosotros manejamos.



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